sábado, 24 de marzo de 2012

Pascual

Me cruzaba con él todos los días al pasar por el parque, camino del trabajo.Le daba un escueto buenos días y él me respondía con un " buenso días tenga usted, señorita; no tendrá unas monedillas, ¿ verdad ?Por respuesta tan solo recibía de mi parte una sonrisa.
Era un hombre menudo, de pelo color ceniza, con unas barbas blancuchas.Llevaba siempre una gabardina de color marrón y un gorrito marinero y tenía alquilado un banco en el parque, decorado con cartones, sustraídos quizás de algún mercado cercano y  por pertenencías, dos mantas ajadas y un bolso grande, azul oscuro.
Un día, al saludarlo como siempre, él me mira y me dice:
- Ah vasteda de luces, rumor de olas quebrandose,
        lento juego de luces, campana solitaria.
            Crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca,
                  caracola terrestre, en ti la tierra canta !
Al soltar todo el recital, me sonríe y me pide unas monedillas.
- Que poema más bonito.¿ De quién es ?- pregunto.
- ¿ Es que acaso no has leído poesía en el colégio ?
- Algo, pero para serle sincera, la poesía nunca fue mi fuerte.
- Porque no la has leído como es debido.¿ Te gusta leer ?
- Claro.Leo todo lo que cae en mis manos
- Te voy a dar un consejo, si me lo permite usted señorita...¿ le puedo llamar señorita, verdad ?, hasta que no lea poesía, no sabrá usted leer todo lo demás.¿ No tendrá usted unas monedillas, verdad ?
- Jajajaja, no, no tengo unas monedillas.Ando tan tiesa como usted y eso mismo nos decía un profesor que tuve en la EGB; que si no sabíamos leer poesía, no sabríamos interpretar nada.Pero siempre se me resistió.No me gusta mucho.
- Pamplinas!!!!No le han enseñado bien.- me contesta enfadado.Se sienta en el banco y yo con el.
- No se enfade hombre, que no todo el mundo entiende de todo. -Perdona, no suelo ponerme así de esta manera y menos con una señorita al lado, pero hoy estoy algo nostálgico o será la falta ya, de algo que hecharse al gaznate.


- Perdonado queda usted y si no es mucho preguntar, ¿ porqué está usted nostálgico ?
- Primero vamos a dejarnos de formalismos y tratame de tú o por mi nombre, Pascual y segundo; ando nostálgico por haber perdido la capacidad de recordar y eso, es algo trágico para un hombre como yo.Antes, era profesor de literatura en un instituto.Me gustaba dar clases a los chavales.Les hacía un viaje por las estrofas, los endecasílabos, las espinelas...Intentaba que amasen la lectura y les invitaba a que escribiesen relatos cortos.Estaba casado con la mujer más hermosa del mundo.Era mi princesa, mi tesoro.Con ella tuve a mis dos niños y era el hombre más feliz del planeta.Lo tenía todo; un trabajo que me gustaba, a mi princesa, mis niños...sí, era feliz.Hasta que un día, mi princesa se fue para siempre.Se la llevaron de urgencia al hospital por un desmayo.La metieron en esa habitación blanca y ya nunca regresó.No pude despedirme de ella.No hubo tiempo.Tan solo me dijeron que su cerebro había explotado por alguna razón inexplicable.Lo triste, es que esa mañana habíamos discutido por una tontería.Por unos días estuve como en una nube, sin poder creer lo sucedido.Después, vino el silencio, la casa vacía, las noches solitarias.Mis niños, ya mayores, intentaban animarme, pero yo solo quería estar sólo con mis recuerdos; su cara, su olor, su voz...Empecé a faltar al trabajo y las veces que iba, no estaba en condiciones de dar clases, pues había descubierto, que los recuerdos, con una copa en la mano dolían menos.Lo que no sabía, era que con el tiempo, los recuerdos se disipaban.Terminé perdiendo el trabajo, los amigos, la dignidad y me vi en medio de la calle, con dos mantas y una copa en la mano.Y esa es la nostálgia.Nostálgia por los tiempos perdidos y por no poder recordar la cara de mi princesa.
Él se levanta, rodea el banco y rebusca algo en su bolso.Viene hacia mi con un libro pequeño, de tapas duras y algo sucio.
- Toma.- me dice- Lee al Poeta.Luego vienes y me dices que te ha parecido.
Cojo el libro y leo el título, " Veinte poemas de amor y una canción desesperada ".
- Muchas gracias, pero no tiene porque prestarme el libro.Como le decía antes, la poesía no es lo mío.
- Lee con el corazón y no es un préstamo, es un regalo.Y ahora largate, que quiero seguir intentando recordar.


Le doy las gracias de nuevo.Me levanto del banco y empiezo a caminar despacio con el libro en las manos y pensando en todo lo que Pascual me había contado.De lejos, escucho que empieza de nuevo a recitar.
- En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye,
      como tú lo desees y hacia donde tú quieras.
          Márcame mi camino en tu arco de esperanza,
               Y soltaré en delirío mi bandada de flechas.
Estuve varios días sin pasar por el parque y tenía ganas de ver a Pascual, para decirle que había leído el libro y que me había gustado mucho.Al llegar al banco, no estaba; ni él, ni sus mantas ajadas ni sus cartones.Pregunté a otros inquilinos del parque si lo habían visto y por respuesta me dijeron que no conocían a ningún Pascual.
No lo volví a ver más.Por recuerdo, tengo su historia, su libro y el inicio en la poesía.






























2 comentarios:

  1. Hermosa historia. Injerencia de batallas & rendiciones, de una vida cautiva a Recuerdos con bríos de libertad... ¡ volad, vivir ! a la buena, con la frente en alto y con un anhelo de gloria, de volverse digno de un llamado " pascual ".
    Me ha encantado, te felicito Dragon.
    La Poesía lo abraza todo... Búscala donde la sabes, en el aire, mar & tierra y, en tus sueños de libertad. Un fuerte abrazo Angie.
    Pd._ estupendo blog, está centrado de belleza. Muchas gracias amiga.

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  2. Gracias Alejandro por pasar a leerlo y que te guste.Un saludo desde el otro sur.

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